Tarde con Jairo

Lo invité a venir, la duda que me carcomía me llevó a llamarlo, darle la dirección de mi casa y esperarlo ansiosamente durante la hora y media que tardó en llegar.

Como un señor de antes, Jairo trajo pan, queso y un refresco, vino con la condición que de lo invitara a tomar café.

Al entrar me besó la mejilla mientras me abrazaba. Remojamos en nuestro café las dudas, las ganas y el miedo. En el balcón del segundo piso nos sentamos a ver el jardín y sútilmente me tomó de la mano mientras notaba mi cara cada vez más sonrojada.

Me he sentido como un niño con un dulce, feliz. Cuando la cosa empezó a ponerse caliente, decidí que era el momento de confesarle mi tardía virginidad. Me dijo que no era necesario confesar nada, que mi poca experiencia se notaba a leguas.

Nos acariciamos y nos besamos mientras yo sentía el mundo girar. El sexo quedó para después, para el momento en que decidieramos tomar las cosas en serio.

Decidió comportarse como un caballero ante mi inexperiencia. Que fueramos viendo la vida de a poco, lo que me sobra es tiempo - me dijo.

Ahora si vos crees conveniente debes aclarar la situación con Isa, fueron sus palabras al despedirse.

... en serio significa, entender como puede afectar nuestras vidas.