Jairo estuvo en mi casa conversando con mi abue. Yiya le dijo que le alegraba bastante conocerlo y ver que era un muchacho bueno. Cenamos, mi abuela pidió disculpas pues debía ausentarse a una reunión de literatos. Jairo me ofreció llevarme a conocer su casa, un lindo departamento en una zona exclusiva de San José.
Era un edificio moderno, con balcones elevados, piscina comunal y jardines verdes, con vista a la autopista y a los cerros de Escazú. La decoración es muy agradable, con luces cálidas y colores interesantes.
En aquel momento supe que además de algunos besos algo más iba a ocurrir entre nosotros y nos dejamos llevar, haciendo cosas que nunca me pasaron por la cabeza, hasta el momento en que llegamos a la penetración, Jairo conociendo mi inexperiencia se tumbó boca abajo y dejó que hiciera lo mío. Pero la noche fue larga, y me llegó el turno y ahí fue cuando se dio la complicación.Lo mejor fue despertar juntos, estaba muy oscuro aún, nos levantamos para ir a correr. Volvimos a desayunar y Jairo me fue a dejar a mi casa. Es extraño como empiezan las relaciones. Muy extraño.
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